lunes, noviembre 10, 2025

La carrera por el 27; capitulo: “Estrechar manos”

En esa mesa no solo se intercambiaron saludos y abrazos, también se dice que se marcaron los primeros campos de juego rumbo al 2027, en un ambiente donde proyectaron las palabras unidad y proyecto de paz.

La carrera maratónica por el ayuntamiento de Puebla sigue en marcha, algunos a trote y otros caminando.

Y como muestra, la reciente reunión de los dos grupos políticos más fuertes de la entidad.

Ambos encabezados por el gobernador Alejandro Armenta Mier, y el del exmandatario Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Fue un encuentro de esos que valen más por las señales que por las palabras.

En esa mesa no solo se intercambiaron saludos y abrazos, también se dice que se marcaron los primeros campos de juego rumbo al 2027, en un ambiente donde proyectaron las palabras unidad y proyecto de paz.

Y es que Armenta, con la serenidad del político que sabe leer los tiempos, ha comenzado un trabajo fino de conciliación interna.

El objetivo es claro, mantener el equilibrio dentro del movimiento antes de que las ambiciones desbocadas comiencen a romper la baraja.

El gobernador sabe bien que la división temprana puede ser el peor enemigo de un proyecto que apenas comienza a consolidarse.

En la junta, estuvieron figuras clave del escenario poblano, entre ellas el actual alcalde Pepe Chedraui, como enfatizó en su informe “no está en campaña”, solo trabajando para mejorar lo que encontró destruido.

Chedraui ha tomado en serio la tarea de reconstruir la capital, una ciudad que recibió hecha trizas y con enormes rezagos.

No se trata solo de bachear calles o pintar fachadas, sino de recomponer la confianza ciudadana que se había perdido.

Si cumple con esa misión, cosechará en 2027 los frutos de un trabajo que no necesita propaganda, solo resultados.

En la otra esquina de esa misma mesa (o foto), se ubicó José Luis García Parra, “El Choco”, jefe de Gabinete estatal y uno de los aspirantes más serios dentro del equipo de Armenta.

Su estilo es distinto, muy estratégico.

“El Choco” ha venido tejiendo fino, construyendo puentes donde otros prefieren cavar trincheras.

Su cercanía con el gobernador y su perfil técnico lo colocan como una pieza de equilibrio dentro del tablero de ajedrez.

Ambos, Chedraui y García Parra, representan dos rutas distintas hacia el mismo destino político: la capital.

Pero hay una tercera en la baraja, que está, aunque no estuvo en la junta.

En la reunión, más que rivalidad, predominó la cortesía política.

Dicen que los presentes estrecharon manos, trazaron acuerdos y marcaron los caminos a seguir, conscientes de que el verdadero reto no es quién gana, sino cómo llegan juntos al final de la pista.

Lo cierto es que el 27 puede parecer lejano, pero en la política poblana el reloj corre a otra velocidad.

Armenta, con su colmillo retorcido, quiere consolidar su proyecto y evitar que se destrocen antes de tiempo, como suele ocurrir en cada cambio de ciclo.

Por eso, la unidad no es un discurso hueco, sino una advertencia elegante, “o corremos juntos, o nos quedamos en la meta”.

En el fondo, todos lo saben.

La carrera ya empezó y aunque algunos apenas se están amarrando las agujetas, otros ya corren con paso firme y mirada puesta en el zócalo.

En Puebla, la política —como los maratones— no se gana al principio… sino en el último kilómetro.

Tiempo al tiempo.

Jorge Castillo
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