“Creer en el Uno; esto es lo que salva. Creer en el Uno, pero enteramente, y sinceramente.Enteramente: hay que creer, no solamente que Dios es uno, sino también que esta Unidad implica consecuencias para el mundo, puesto que el mundo existe; y existe en función de la irradiación que resulta de la propia Unidad. Hay que creer, por consiguiente, todo lo que la Realidad divina implica, a saber: la causación del mundo por Dios, y por lo tanto la vinculación del mundo a Dios; y por lo tanto la naturaleza y la vocación del hombre; o sea, la Revelación y por consiguiente la Vía.”
El Esoterismo como Principio y Vía de Frithjof Schuon.
I
Nuevamente, comentaré sobre un libro de la editorial independiente de España: José J. Olañeta, Editor: El Esoterismo como Principio y Vía de Frithjof Schuon.
Este libro se considera el más importante dentro de la obra Schuon, pues representa una especie de compendio de toda la doctrina metafísica y presenta un panorama general de la dimensión espiritual del esoterismo desde el lado operativo (entendiendo este término como el sentido práctico y/o funcional de la filosofía). Dicho de otra forma, Schuon buscó plasmar en este libro la esencia del Esoterismo: la Filosofía Perenne.
II
La Filosofía Perenne -en latín: philosophia perennis- o Sabiduría Perenne es una escuela de pensamiento filosófico-espiritual que “sostiene que la recurrencia de temas comunes en las religiones del mundo ilumina verdades universales sobre la naturaleza de la realidad, la humanidad, la ética y la conciencia. La noción de filosofía perenne sugiere la existencia de un conjunto universal de verdades y valores comunes a todos los pueblos y culturas[1].”
Aldous Huxley en la introducción de su libro: La Filosofía Perenne, dice lo siguiente:
“Philosophia Perennis: la frase fue acuñada por Leibniz; pero la cosa —la metafísica que reconoce una divina Realidad en el mundo de las cosas, vidas y mentes; la psicología que encuentra en el alma algo similar a la divina Realidad, o aún idéntico a ella; la ética que pone la última finalidad del hombre en el conocimiento de la Base inmanente y trascendente de todo el ser—, la cosa es inmemorial y universal. Pueden hallarse rudimentos de la Filosofía Perenne en las tradiciones de los pueblos primitivos en todas las regiones del mundo, y en sus formas plenamente desarrolladas tiene su lugar en cada una de las religiones superiores. Una versión de este Máximo Factor Común en todas las precedentes y subsiguientes teologías fue por primera vez escrita hace más de veinticinco siglos, y desde entonces el inagotable tema ha sido tratado una y otra vez desde el punto de vista de cada una de las tradiciones religiosas y en todos los principales idiomas de Asia y Europa[2].”
Además de Gottfried Leibniz y, por supuesto: Frithjof Schuon y Aldous Huxley; existen otros pensadores, filósofos y místicos que han aportado sus conocimientos a esta escuela de pensamiento: Marsilio Ficino, Giovanni Pico della Mirandola, Agostino Steuco, Ananda K. Coomaraswamy, René Guénon, Martin Lings, Michel Vâlsan, Marco Pallis, Titus Burckhardt; entre otros.
III
Frithjof Schuon[3] (Basilea, Suiza, 18 de junio de 1907 – Bloomington, Indiana, EE. UU., 5 de mayo de 1998) también conocido como: Shaykh Isa Nureddin (obtenido al ser iniciado en la orden sufí Shādhiliyya por el Shaykh Ahmad al-Alawī); fue filósofo, artista, poeta y maestro espiritual. “El tema dominante de sus trabajos fue marcado en su temprano encuentro con un morabuto, un líder espiritual del África musulmana, que había acompañado a algunos miembros de su pueblo senegalés a Suiza para mostrar su cultura. Cuando el joven Schuon habló con él, el anciano dibujó un círculo con radios en el suelo y explicó: Dios está en el centro, todos los caminos llevan a Él.”
Con más de veinte libros traducidos a numerosas lenguas, a lo largo de su obra desarrolla de manera amplia el tema de la Unidad transcendente de las Religiones. Dentro de las cosas más atractivas de su obra, se encuentran sus artículos relacionados con el arte y el pensamiento de los pieles rojas: El sol emplumado, ilustrada con pinturas del propio Schuon y con un prefacio de Thomas Yellowtail; donde revisa las doctrinas de los apaches (el Demiurgo) así como sus símbolos (la cruz inscrita en un círculo) y sus ritos (la danza del Sol, la pipa sagrada); esta obra, se complementa, en la segunda parte, con extractos de su diario durante sus visitas a reservaciones y la tercera por fragmentos de su correspondencia.
Schuon representa la expresión más completa, profunda y rigurosa de la Sophia Perennis en nuestro tiempo; pues amplió lo realizado por René Guénon y Ananda K. Coomaraswamy, al crear una completa antropología espiritual, una cosmología y una estética integral que dibujan el marco total —y el sentido profundo— de la existencia humana.
Algunos han llegado a considerar que Schuon logró crear, o al menos sentar las bases, de una Religio Perennis; ya que logró extraer una enseñanza espiritual, moral y práctica que concierne y compromete a la totalidad del ser humano.

IV
El Esoterismo como Principio y Vía está dividido en cuatro partes.
En la primera parte, Schuon desarrolla los principios metafísicos de la Sophia Perennis; invitando a comprender a fondo qué es el Esoterismo; para lograrlo se debe levantar el velo cósmico y metacósmico que oculta lo sagrado, lo íntimo, por medio del símbolo (numérico, geométrico o figurativo) mistérico que logra entenderse cuando uno aprende o logra comprender la Verdad Absoluta que es fruto del Árbol de la Vida.
La segunda parte se centra en explicar cómo trasladar el conocimiento esotérico a un modo práctico y operativo que sea capaz de reflejarse en la vida cotidiana. La vía, el conducto, es la práctica constante de una vida espiritual y moral por medio de la aplicación del tridente que conforma el principio divino: Ser-Poder, Conciencia-Sabiduría y Beatitud-Misericordia; este tridente es la base para que el hombre comprenda y practique las siguientes virtudes: el desapego, la generosidad, la vigilancia y la gratitud. Virtudes que son el camino para encontrar la auténtica felicidad y el amor puro.
En la tercera parte, aborda y plantea los fundamentos y/o bases de una estética integral a través del arte y otras herramientas simbólicas que ayudan a construir la psique.
La cuarta parte está dedicada al Sufismo, el gran pegamento de todo lo expuesto por Schuon.
V
Este libro es una gran puerta para iniciarse en el estudio y comprensión del esoterismo, ya que va de lo general a lo particular y aborda la comprensión del fenómeno desde la espiritualidad, la sexualidad, la naturaleza, la existencia humana y el arte. Schuon se convierte en una especie de Virgilio que nos da un amplio recorrido por el mundo esotérico desde la perspectiva y la práctica de diversas religiones, tanto de Oriente como de Occidente.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa_perenne
[2] https://www.google.com.mx/books/edition/La_Filosof%C3%ADa_Perenne
[3] https://www.olanetaeditor.com/titulos/frithjof-schuon-1907-1998/, https://pueblosoriginarios.com/biografias/schuon.html y https://es.wikipedia.org/wiki/Frithjof_Schuon.

Fredo Godínez
Gestor cultural, poeta y tarotista. Lector empedernido y apasionado por el Esoterismo y el mundo simbólico. Reseñista de libros, teatro y exposiciones de arte.
Lleva más de 10 años opinando sobre políticas culturales.