Keir Starmer se convirtió oficialmente en el nuevo primer ministro de Reino Unido, tras reunirse con el rey Carlos III en el palacio de Buckingham en Londres, luego de la victoria del Partido Laborista en las elecciones generales.
“Nuestro país ha votado de manera decisiva por el cambio y por devolver la política al servicio público”, dijo Starmer en su primer discurso
Frente al número 10 de Downing Street, Starmer prometió reconducir el difícil sistema sanitario del país, asegurar las fronteras británicas, y atender la necesidad de escuelas y viviendas asequibles, en favor de “las familias de clase trabajadora como la mía”.
El pasado viernes, Rishi Sunak dimitió como primer ministro británico. También dimitirá como líder del Partido Conservador después de que los ‘tories’ perdieran ampliamente frente al Partido Laborista en las elecciones generales.
Nacido en Londres el 2 de septiembre de 1962, Starmer estudió Derecho en la Universidad de Leeds y en la Universidad de Oxford, obteniendo un título como abogado en 1987 y posteriormente se forjó una carrera como asesor jurídico y de derechos humanos en diversas instituciones.
En 2008, Starmer asumió el cargo de director de la Fiscalía Pública y jefe del Servicio de Fiscalía de la Corona. Fue elegido miembro de la Cámara de los Comunes en 2015. Al año siguiente, fue nombrado secretario de Estado en la sombra para la Salida de la Unión Europea. Asumió el liderazgo del Partido Laborista en abril de 2020.
Su campaña llevó el lema “Cambio” y prometió reconstruir Reino Unido y dar prioridad a los intereses de los trabajadores. Entre las promesas clave de los laboristas están la reactivación del crecimiento económico, la implementación de estrictas normas de gasto, la reducción de los tiempos de espera en el Servicio Nacional de Salud, la contratación de miles de profesores más, la mejora de la ley y el orden en las calles británicas y el fortalecimiento de la seguridad fronteriza para hacer frente a la inmigración ilegal.