En una hazaña histórica, el módulo de ascenso de la sonda Chang’e-6 de China despegó de la superficie lunar, transportando muestras recogidas en la cara oculta de la Luna, indicó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés).
La sonda Chang’e-6, que al igual que su predecesora, Chang’e-5, comprende un orbitador, un módulo de alunizaje, un módulo de ascenso y otro de regreso, fue lanzada el 3 de mayo. Su combinación de módulos de alunizaje y ascenso tocó el área designada en la cuenca del Polo Sur-Aitken el 2 de junio.
La nave espacial terminó su trabajo de muestreo y luego almacenó las muestras en un contenedor dentro del módulo de ascenso de la sonda según lo previsto, señaló la CNSA.
“La misión ha resistido la prueba de las altas temperaturas en la cara oculta de la Luna”, destacó la entidad.
La misión adoptó dos métodos de muestreo: el uso de un taladro para recoger muestras subsuperficiales y la toma de material presente en la superficie con un brazo robótico. Las muestras fueron recogidas de forma automática en diferentes lugares.
A diferencia del despegue en la Tierra, el módulo de ascenso no podía contar con el apoyo de un sistema de torre de lanzamiento, por lo que el módulo de alunizaje actuó como una “plataforma de lanzamiento” temporal.
En comparación con la Chang’e-5, la Chang’e-6 ha mejorado en la autonomía y la fiabilidad del sistema de navegación, guía y control, con el objetivo de hacer frente a los desafíos planteados por las incertidumbres de la cara oculta de la Luna durante su despegue y ascenso, explicó Qiao Dezhi, experto de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC, por sus siglas en inglés).