Amigos de Contragolpe qué gusto poderlos saludar una semana más en este su espacio deportivo semanal en el que platicamos sobre los temas del momento.
El título habla por sí mismo, ustedes, yo y hasta el perro de tu vecino lo sabe, México volvió a dar una tristísima exhibición en un torneo de Concacaf ante la potencia del momento.
Ya no sólo es que te gane Estados Unidos por buen fútbol, eso ya parece más costumbre, lo que realmente debe preocupar a los que viven del negocio es que a estas alturas ya ni siquiera se compite con mediana calidad.
No es ningún secreto que en el Tricolor los recambios generacionales sean a cuentagotas y que algunos se aferran a mantenerse vigentes por ciertas actuaciones sin importar la longevidad.
Dicho esto, mientras acá algunos se emocionan por talento emergente a los 23-25 años, los del otro lado ya tienen a toda una delegación que triunfe o no, lleva años de formación en el fútbol europeo y eso tarde o temprano cobra factura, lo de Nations League fue un buen ejemplo de ello.
Previo a la final, hubo algunos jugadores que se pusieron bastante sinceros para decir que el antiguo entrenador tenía una metodología que “no concordaba” con la idiosincrasia del mexicano y puede que tenga razón, no obstante, algunos se ganaron a pulso la mala fama que generación tras generación carga con las dichosas fiestas.
Ya metiéndonos de lleno al partido de este fin de semana, si los partidos de fútbol se definieran por gallardía, estirpe, valentía, garra y esfuerzo, México sería tricampeón del mundo, pero el tema es que ese estilo de juego muy del siglo pasado hoy ya no te funciona salvo en contadas excepciones.
Estados Unidos, con una camada que ha perdido brillo mediático pero ha mantenido cierta regularidad con futbolistas en clubes europeos, ha demostrado que todavía tienen mucho por delante y que el 2026 puede ser el golpe de autoridad que llevan años buscando.
El baile y el paseo en Arlington, Texas parece un capítulo más en la larga lista de ridículos que tiene la Selección Mexicana y lo peor no es el 2-0 o la desesperación de sus chatas ocasiones ofensivas, no, lo peor es que ya van siete ocasiones al hilo y por cómo se ven las cosas, la racha seguirá extendiéndose.
En este espacio se ha hablado en diversas ocasiones que el fútbol mexicano lleva un muy buen rato sumergido en la mediocridad y en soluciones a corto plazo que tarde o temprano seguirán mostrando que el problema está muy lejos de resolverse.
Sin Juegos Olímpicos, sin Mundial Sub 20, sin Mundial Femenil, tres técnicos en la mayor en los últimos cinco años y ni la Nations League pueden ganar, el problema va mucho más allá del banquillo y de los propios jugadores.
El día que realmente alguien en la FMF se ponga las pilas en materia deportiva, ese día México volverá a tener esa alegría y protagonismo de otros tiempos que extrañamos tanto.
La jauría unida sigue batallando para sumar puntos en el Torneo Clausura 2024 de la Liga de Expansión, pues en los últimos días sacó un valioso empate 1-1 ante Alebrijes de Oaxaca, pero volvió a dar una pobre exhibición en casa al ser goleado 4-0 ante Leones Negros de la U. de G.
De poco sirve sacar puntos de visita si de local no sólo no te haces pesar, sino que aparte terminas goleado, algo que debe prestar mucha atención el conjunto tlaxcalteca en el cierre del torneo regular.
Coyotes de Tlaxcala sigue con la irregularidad
A Coyotes de Tlaxcala le restan tres partidos (Celaya, Tepatitlán y Mineros) en las próximas semanas, por lo que será fundamental sumar al menos un triunfo para meterse a la repesca por un boleto a la Fiesta Grande.
El dato: Coyotes de Tlaxcala es el lugar 12 de la tabla general con 11 puntos, producto de 3 victorias, 2 empates y 6 derrotas.
Porque los récords se hicieron para romperse
¡Nos leemos en la próxima!
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