Tres municipios de Puebla rindieron cuentas a su población: Huejotzingo, Zacatlán y Atlixco.
Sin embargo, más allá de las cifras y discursos, lo que quedó claro es que la distancia entre lo prometido y lo entregado sigue siendo abismal.
Huejotzingo: entre cercas y promesas
Roberto Solís, presidente municipal de Huejotzingo, presentó su primer informe en un evento cuidadosamente controlado.
Explanada cercada, público seleccionado y un discurso cargado de autocomplacencia.
Agradeció a los trabajadores de Servicios Urbanos, insinuando que “esta es apenas la primera etapa”, lo que podría interpretarse como un guiño a la reelección en 2027.
Sin embargo, la seguridad en el municipio sigue siendo una preocupación.
Aunque se reporta una disminución del 13.5% en delitos de alto impacto, la realidad lo rebasa.
Sino hay nada más que recordar el crimen a una familia hace unos días en una fiesta de bautizo.
También la presencia de comerciantes ambulantes en las inmediaciones del evento y la falta de iluminación en colonias periféricas evidencian que el control urbano es más simbólico que real.
Zacatlán: logros maquillados
Beatriz Sánchez Galindo, presidenta municipal de Zacatlán, primero dijo que no haría un informe, sino solo una sesión de Cabildo sencilla, debido a la tragedia en la sierra norte y que esos recursos los donaría en apoyos.
Y sí hizo la sesión de Cabildo con una pequeña pantalla solamente, pero si llevó muchos invitados y hasta comilonas pagó.
Así, presentó un informe estructurado en cinco ejes: tranquilidad, orden, comunidad, prosperidad y modernidad.
Destacó avances en seguridad, infraestructura y sostenibilidad ambiental.
Sin embargo, la falta de indicadores claros y evaluaciones de impacto deja dudas sobre la efectividad de estas acciones.
Además, la dependencia de apoyos estatales y federales plantea interrogantes sobre la autonomía del municipio.
La ausencia de un enfoque crítico y la omisión de problemas persistentes como la falta de servicios básicos en comunidades rurales evidencian una gestión más preocupada por la imagen que por la realidad
Atlixco: ¿progreso o espejismo?
El informe de la presidenta municipal de Atlixco, Ariadna Ayala, fue una muestra de retórica política más que de resultados concretos.
Aunque se mencionaron avances en áreas como educación, salud y seguridad, la falta de datos específicos y la ausencia de un análisis crítico dejan en el aire la verdadera magnitud de estos logros.
La dependencia de recursos estatales y federales y la falta de mecanismos claros de rendición de cuentas generan incertidumbre sobre la sostenibilidad de las iniciativas presentadas.
Conclusión
Los informes presentados por los presidentes municipales de Huejotzingo, Zacatlán y Atlixco evidencian una constante: la distancia entre lo prometido y lo entregado.
La falta de indicadores claros, la dependencia de apoyos externos y la ausencia de un enfoque crítico en la gestión pública son comunes en los tres municipios.
Es necesario que los gobernantes asuman una postura más autocrítica, presenten datos verificables y establezcan mecanismos claros de rendición de cuentas para recuperar la confianza de la ciudadanía.
Pero eso no pasará, ya que todos están pensando ya en sus reelecciones, claro a excepción de Ariadna que ya no podrá, pero ya busca colocar a su relevo.
Tiempo al tiempo.
