lunes, agosto 11, 2025

Armenta: 35 años de vida pública y el Grito, a la par con Sheinbaum

En redes sociales se recordó el pasado sábado que el hoy gobernador Alejandro Armenta, con apenas 23 años de edad, ganó en 1992 el plebiscito que le permitió ser el candidato y luego el presidente municipal más joven posiblemente en la historia del estado, para encabezar el ayuntamiento de Acatzingo.

Llevaba Alejandro ya un par de años en la vida pública, también en aquella municipalidad del valle central de Puebla, por lo que hoy se cuentan en tres décadas y un lustro su labor como servidor.
El tiempo que ha permanecido en función en los tres niveles de gobierno y en dos de los poderes del estado y de la Unión es relevante, pero lo es más la historia de resiliencia y perseverancia de Armenta.

Despojados de lisonjas, pero también de prejuicios, hay que reconocer en el mandatario viene de una cultura del esfuerzo que no se ve en muchos políticos de su generación, porque el hombre que nació en Izúcar de Matamoros el 9 de julio de 1969, no ha tenido nada fácil y ha debido andar con el viento en contra, feroz y hasta doloroso, desde niño y por muchas etapas de su vida.

Una característica de Alejandro que no se repite en su generación, ni en muchos otros casos en la historia de la política poblana, es su desarrollo, en distintos momentos de su carrera, como funcionario municipal, estatal y federal, así como su desempeño en el Poder Legislativo local y en el Congreso de la Unión en las dos cámaras e incluso presidió el Senado de la República.

Ha formado parte de los tres niveles de gobierno y de dos de los Poderes de la Unión, lo que le ha garantizado experiencia y formación institucional como un político de Estado.

El próximo 15 de septiembre, Armenta cumplirá una meta, un sueño, legítimo y genuino, acuñado y trabajado durante estas tres décadas y un lustro, de encabezar como gobernador constitucional del estado de Puebla, el Grito del CCXV Aniversario del inicio de la Guerra de Independencia de México, en sintonía con el que encabezará, desde el balcón central de Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, también por primera vez a cargo de una mujer.

El honor es mayúsculo en la coincidencia histórica para el poblano.

En una conversación relajada y casi íntima, en torno a una mesa tras una comida también sencilla en la supervisión de las obras de la Universidad del Deporte, en el Estadio Zaragoza, el gobernador recordó la semana pasada que en el año 1990, hace 35 años, cuando era asesor del ayuntamiento de Acatzingo, que luego encabezaría de 1993 a 1996, arengó el Grito de Independencia, porque el presidente municipal no quiso o no pudo hacerlo.

Vendrían luego los tres años ya como presidente municipal constitucional de Acatzingo, cuando encabezó el Grito de Independencia.

Lo volverá a hacer el 15 de septiembre de 2025, desde el palco central del Palacio del Ayuntamiento en Puebla capital.

Al mismo tiempo, Claudia Sheinbaum Pardo, como la primera presidenta en 500 años de historia de México como pueblo y 215 como nación independiente, lo hará desde el palco central de Palacio Nacional.

Vaya sintonía histórica.

Álvaro Ramírez Velasco
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