“Cuando vivimos el presente y aceptamos lo que es (nuestro potencial y la unidad con todos), la felicidad brota de nuestro fluir sin resistencia. Felicidad es posibilitar sin forzar.”
La Terapia de Merlín de Manuel Coronado.
I
Desde la infancia, padres y familiares nos regalaron una serie de conceptos que confeccionaron la armadura o ropa con la cual nos hemos mostrado al mundo.
Se nos enseñó a vivir con cierto tipo de actitudes y/o comportamientos cuyo objetivo era hacernos parte del mundo conforme a las condiciones de éste.
El sistema educativo nos configuró bajo la constante competencia: 10 equivale al éxito y 0 al fracaso. Dime cuánto sacaste de nota, te diré cuánto vales.
En la mayoría de las escuelas -desde el nivel básico y hasta el superior- se te pasa lista acorde al número de listado o se te nombra por el apellido, eliminando tu nombre o nombres de pila. La existencia no requiere autenticidad es el mensaje de fondo.
Se nos educó bajo la doctrina de la meritocracia: progreso y/o recompensa con base en las metas alcanzadas; pero -casi siempre- te ahorras este camino si cuentas con cierto tipo de poder adquisitivo o si perteneces a una familia de tradición con un peso específico en la vida pública y/o empresarial de tu lugar de origen.
Y, seguramente, mientras me lees se te están ocurriendo otra serie de conceptos que sientes han mermado tu autenticidad.
El “querer ser” como cierto personaje de la vida sociocultural de un país o como algún personaje ficticio de las películas, series o cuentos infantiles también contribuyeron a la eliminación de la voz y existencia propia.
Para muestra un ejemplo: los cuentos nos enseñaron -en el caso del hombre- que su papel es pelear una y mil batallas, ser fuerte, siempre ir en pos del éxito y buscar salvar a la doncella con la que tendrá una linda familia. Por otro lado, la doncella deberá ser educada con ciertos valores y principios, esperar a ser salvada por el caballero a quien, en agradecimiento, deberá regalarle una familia y velar por la educación de los hijos; no quejarse ante la ausencia del caballero que constantemente estará peleando batallas y salvando doncellas para conseguir una mejor armadura, un mejor caballo y un grandioso y lujoso castillo.
Tanto caballero como doncella deberán anular sus sentimientos, emociones y necesidades espirituales.
II
Todos éramos o parecíamos ser felices hasta que la crisis sanitaria del COVID-19 provocó, en la mayoría de los seres humanos, una crisis ideológica-existencialista.
El estar obligados a convivir consigo mismo o la familia nuclear, develó los vacíos y la infelicidad que cada persona posee, pues pocas son las personas que pueden presumir, conscientemente hablando, de ser felices con lo que son.
Se nos enseñó a encajar en sociedad, pero sin saber cómo encajar con uno mismo.
La fragilidad y/o vulnerabilidad que generó esta pandemia provocó que muchas personas comenzarán a darse cuenta de que llevan años siendo infelices y viviendo conforme a las expectativas de terceros; pero sepultando los sueños, anhelos y deseos propios.
Los cuentos de príncipes y hadas se nos cayeron de repente.
III
Es muy complejo romper con toda la enseñanza que fuimos recibiendo desde infantes.
Reconfigurarse, sin duda, es un trabajo arduo para el cual parece nunca habrá tiempo, pues el ser humano es una máquina de producir dinero y adquirir pertenencias.
Aquí es donde entra la Espiritualidad, cuando se trabaja con seriedad.
La Espiritualidad -creo, pienso y siento- es el verdadero Camino Iniciático y transitarlo conlleva enfrentarse con una serie de pruebas poco agradables para el Ser Humano convencional.
Este camino puede cruzarse de forma individual y/o acompañada (aunque, siempre, el trabajo y las enseñanzas son internas).
Las Sociedades Iniciáticas/Secretas son una forma para acceder a este tipo de conocimiento; y la otra es ir descubriendo o diseñando el camino con base a lecturas, práctica de tradiciones como las budistas y búsqueda de visión (temazcal, peyote, hongos sagrados, yagé o ayahuasca); entre otras.
IV
Manuel Coronado ha escrito un libro denominado: La Terapia de Merlín. Recetas para el Bienestar.
El Merlín del que nos habla aparece dentro de una novela escrita por Robert Fisher: El Caballero de la armadura oxidada (un libro que, por cierto, leí cuando estaba en la secundaria) y a su vez, este libro de Manuel Coronado es una secuela de otro libro suyo: La transformación del caballero de la armadura oxidada.
Y aunque es un libro con referencias a otros, éste puede leerse sin necesariamente conocer los otros.

V
En el primer capítulo, Manuel Coronado se concentra en explicar, desde el símbolo, qué es un Caballero. Lo va desmenuzando con precisión. La segunda parte del capítulo busca explicar el cómo y el por qué es necesario romper con el símbolo del Caballero y cuáles son las preguntas claves para ir destrozando este Arcano. Merlín -el símbolo por excelencia del Mago que al mismo tiempo es Maestro o Guía espiritual- es el personaje que irá acompañando al lector por este proceso de desconstrucción de “eso que creíamos ser”.
En el segundo capítulo, Merlín va ofreciendo al Caballero una serie de herramientas que le ayudarán al lector a “renacer” como una persona auténtica, libre y feliz.
El tercer capítulo, el más corto de los tres, se concentra en dar la pauta de cómo transitar el Sendero con las nuevas herramientas que ha obtenido el Caballero.
VI
Algo que me agradó de este libro es el gran respeto y diálogo con los conceptos más básicos que conforman la primera etapa del Iniciado.
Una vez que el Caballero se da cuenta, por medio de ciertas pruebas, de la auténtica vida no es cómo se la enseñaron, tiene que pasar por 3 grados principales:
- Recursos terapéuticos del Bosque: el Caballero ya ha sido despojado de sus creencias y requiere crear las propias. Para ello, necesita aprender a conectar con la naturaleza. Aquí valorará cada una de las cosas que Dios/El Universo le ha dado porqué sí, sin pedir nada a cambio que vivir y disfrutar lo que le ha sido dado con intensidad. Aquí, nuevamente, comienza a sentar las bases del nuevo Ser que ha nacido.
- Recursos terapéuticos del Sendero de la Verdad: el Caballero ha entendido que ya no está para cumplir las expectativas de otros y comienza a configurar el “nuevo yo”, pero aprenderá que el Ser es un ente en constante transformación y que no existen los absolutos, por lo tanto: cada que vaya a realizar algo o adquirir un conocimiento, deberá preguntarse: ¿me representa?, ¿es algo que quiero y necesito en mi vida? Un camino donde la verdadera conexión proviene de los sentimientos y las emociones. Allí y en ningún otro lugar radica la autenticidad del Ser.
- Recursos terapéuticos en los Castillos: el Caballero ya eligió Ser y sabe que su autenticidad radica en sus Sentimientos y Emociones, ahora toca aprender a vivir consigo mismo, a entender que lo primero que debe cuidar es de sí, de no permitir que los progresos obtenidos se pierdan. Aquí el Caballero entiende que la única y más valiosa posesión es su Ser.
Para Manuel Coronado hay un cuarto grado, que más bien tiene que ver con la aplicación de los conocimientos adquiridos.
- Recursos terapéuticos en la Cima: el Caballero, ahora sí, ya sabe de qué está hecho; pero la vida le pondrá una prueba constante: aferrarse al constructo propio o confiar y soltarse sin miedo al vacío. Si el Caballero entendió bien las bases del Sendero Iniciático, sabrá que de nada sirve aferrarse a nada ni a nadie. Que el verdadero éxito es saber fluir sin perder la esencia del Ser.
VII
Este libro da para un gran ensayo sobre esoterismo y bien podríamos poner en juego a los 22 Arcanos Mayores del Tarot.
Empero lo voy a resumir, para términos prácticos, en tres procesos: el Iniciado transita por la vida actuando conforme a sus herramientas (El Mago) y conocimientos (El Ermitaño), y si ha aprendido todas y cada una de las pruebas, sabrá que el éxito, la abundancia y la trascendencia del alma radican en nunca perder la autenticidad, valentía, esperanza y fe (El Loco).
VIII
Este libro, como bien reza en su portada, es un recetario que uno debe tener a la mano cuando sienta que el barco se desvíela o cuando necesite recordar cómo volver a fabricar, en caso de extravío, las herramientas para afrontar las pruebas de la vida.

Fredo Godínez
Gestor cultural, poeta y tarotista. Lector empedernido y apasionado por el Esoterismo y el mundo simbólico. Reseñista de libros, teatro y exposiciones de arte.
Lleva más de 10 años opinando sobre políticas culturales.